Columnas

Tuesday, June 06, 2017

¿Invento chino?



“Pittburgh y París están en el mismo Planeta”. No es para dañar la competitiva de la manufactura de EE UU. Su salida del Acuerdo Climático de París implica la irresponsabilidad de uno de los mayores emisores del planeta de gases invernadero contra el futuro de la vida en la Tierra. En junio de 1992, en la Primera Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, Fidel dijo: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre...”
Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Que el calentamiento global es un concepto inventado por China para dañar a la industria norteamericana, seguro  perdurará entre las frases “celebres” de Donald Trumps.
Tal absurdo, data de 2012 en su cuenta en twitter y, aunque añade, más o menos, palabras a la frase, sigue considerándolo un “engaño” para hacer no competitiva a la manufactura de EE UU.
La salida del Norte del Acuerdo Climático de París no solo  retrata tremenda ignorancia, sino implica la irresponsabilidad con el futuro de la vida en la Tierra, de uno de los mayores emisores del planeta de gases de efecto invernadero.
 Y no solo eso, el mandatario republicano  eliminó los planes  que prohibían nuevas explotaciones de energías fósiles y otorgó vía libre a las extracciones en zonas costeras de EE UU, protegido por el expresidente Obama.
El Acuerdo de París, contra el cambio climático, es el primer pacto internacional para reducir la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera. Lo ratificaron en París, a finales de 2015, por casi 200 naciones.
Varios especialistas señalan que, el mayor éxito de tal compromiso, constituye el anuncio, de los participantes, de bajar las cifras de materias que dañan el medio ambiente porque, como no es invención de nadie con tal perjuicio,  la tierra sufrirá mayores niveles de calentamiento, subirán las temperaturas medias,  acelerarán el deshielo en los polos y crecerá el nivel del mar.
Según pronósticos, habrá cambios en las corrientes oceánicas, tormentas más poderosas y de mayor duración, sequías, incendios y desaparición de ecosistemas. Algunos países, actualmente, permanecen en estado de alerta, porque si la subida del océano no se detiene, estos perderán parte de sus territorios ante las indetenibles aguas.
El calentamiento global puede causar cambios extremos en el clima, en un hemisferio del planeta el verano llega con mayor temperatura de la historia, mientras que,  el otro, registra el invierno más frio. Esto desemboca en cambios climáticos como heladas y nevadas fuera de temporada, así como sequías en plena temporada de lluvias.
Las tormentas constituyen otro fenómeno a considerar, las hay de todo tipo, desde tifones, huracanes y eléctricas. De acuerdo con varios estudios la frecuencia e intensidad de estos fenómenos están aumentando, considerablemente, de tal forma que, hoy en día, es mucho más frecuente un huracán de categoría 5 que hace 50 años.
Apenas aparecen los primeros efectos de aumento de temperatura y, según investigaciones, en   los próximos 50 años el calentamiento global habrá transformado nuestro modo de vida significativamente, países sufrirán de inundaciones, personas serán forzadas a abandonar sus hogares y  extinciones masivas podrían ocurrir.
Por tanto, si Estados Unidos le da la espalda al resto del mundo, el impacto puede ser aún mayor, dado su segundo lugar entre los contaminantes.
Cuba presta especial interés en este tema, por la voluntad política de cooperar y el convencimiento de cuánto daño  ocasionarían las insensateces.
En junio de 1992, en la Primera Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, Fidel dijo:  Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre... Desaparezca el hambre y no el Hombre… Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo.
Encima de eso, Estados Unidos desconoce un hecho tan trascendental como este y Trump expresa: “Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh (ciudad norteamericana), no de París” y, graciosamente, una manifestante en la protesta, por tan alocada conducta,  sostiene una pancarta en la que se lee “Pittburgh y París están en el mismo Planeta”.

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