Columnas

Wednesday, November 30, 2016

Martí lo prometió y #Fidel lo cumplió




 

Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Después del recorrido, por sitios convertidos en historia, desde aquel lejano enero de 1959, con la Caravana de la Victoria,  Fidel estará junto a Martí. La realidad no puede despojarse del simbolismo.
 A  partir de ahora, el mejor alumno del Maestro compartirá su espacio en el cementerio santiaguero Santa Ifigenia, como la mejor certeza de mantener unidos a dos gigantes, quienes les dieron  tanta gloria al suelo de la Patria.
Ya lo dijo el Apóstol: “La muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida” y lo reafirmó el Comandante en Jefe:   “No hay satisfacción, ni premio más grande que cumplir con el deber, como lo hemos estado haciendo hasta hoy y como lo haremos siempre...”
El mausoleo de Martí se engrandece con las cenizas a su lado de otro grande. Ambos siguen uniendo sus ideas, para despejar los caminos de entorpecedoras malezas y desglosarnos un  futuro mejor.
Tanto en Martí, como en Fidel están la entrega sin límites, el sacrificio de sus existencias, la persistencia, el valor de la unidad, el deber, humanismo, con fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, solidaridad e inteligencia. Los dos encarnaron a este país y nos sembraron, para siempre, el orgullo de tenerlos.
Juntos estarán para beneficio de Cuba,  el Autor Intelectual del ataque al cuartel Moncada y el protagonista principal, los organizadores de las Revoluciones de 1895 y  de 1959, el hombre que unió sus destinos a los pobres de la tierra y el que hizo su obra con los humildes y para los humildes.
Martí y Fidel unidos más allá de sus vidas. Los siglos XIX, XX y XXI se engrandecieron con tan excelsas figuras y guardaron esos nacimientos ilustres y los grandes aportes a Cuba, de los dos hijos más gloriosos.
El cortejo fúnebre con las cenizas del Máximo Líder hacia Santiago le llamaron, certeramente, una carrera de relevo, porque en 1953, se asaltó la segunda fortaleza militar de Cuba, para no dejar morir al Apóstol en el año de su centenario y, ahora, el pueblo grita “yo soy Fidel”, como continuación de su  legado.
Lo sentenció Martí: “Toda la vida es deber” y dijo Fidel: “Felicito a todos los que luchan, a los que no desisten jamás ante las dificultades, a los que creen en las capacidades humanas de sembrar y cultivar valores e ideas, a todos los que creen en la hermosa convicción de que un mundo mejor es posible”·
Un reflejo de esta interacción seguirá siendo: lo que te prometió Martí, Fidel te lo cumplió.

 




Tuesday, November 29, 2016

Lágrimas o festejos




Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Ante el fallecimiento del líder de la Revolución Cubana, muchos lloran, pocos celebran, pero la principal diferencia no es la ideológica, sino la pobreza ético-espiritual de quienes, sin la mínima cordura, convierten la muerte de un ser humano en motivo de festejos.
En eso somos distintos, quienes derramamos lágrimas por el ser querido, desde lo más profundo del corazón y los que se regodean en sus miserias.
 Podemos estar en bandos diferentes, pero nunca festejamos la pérdida de un enemigo, no obstante, de cuanto discrepemos, sencillamente, porque el respeto es un principio irrenunciable. Falta de moral reflejan quienes actúan tan mezquinamente.
A continuación pongo ejemplos del cumplimiento estricto, de una parte, del concepto de Revolución, hecho por Fidel Castro en el año 2000: “es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos…”
 Supimos de la muerte de Pinochet, sin embargo, no hubo fiestas en Cuba a pesar de que se trataba de un hombre al que Chile le debe tanto dolor, crimen y hasta, la desaparición física, de Salvador Allende.
 Mario Terán, antiguo suboficial jubilado,  tristemente famoso por haber asesinado al legendario guerrillero Ernesto Che Guevara, el 9 de octubre de 1967 en la escuelita de La Higuera, en Bolivia, se incluyó entre los pacientes beneficiados con la operación Milagro. El ejecutor del Che fue operado por médicos cubanos y recobró la vista.
En 1984,   la seguridad cubana salvó la vida  al ex presidente norteamericano Ronald Reagan, cuando alertó a los servicios de seguridad de Estados Unidos de la preparación de un atentado al gobernante por extremistas de Carolina del Norte.
Reagan fue uno, de los mandatarios del Norte, con una de política más acérrima contra nuestro país, sin embargo, cuando murió aquí no se festejó, como tampoco se  agasajó la muerte de Jorge Mas Canosa,  activo opositor del régimen castrista. De origen cubano y reconocido, mundialmente, por su fuerte oposición a Fidel Castro y su liderazgo en la Fundación Nacional Cubano Americana.
Igual conducta seguimos con el deceso  de Orlando Bosch el  27 de abril de 2011, aún cuando estuvo  implicado en el atentado terrorista contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación, del 6 de octubre de 1976. Por ese abominable crimen desaparecieron 73 personas inocentes.
Los escasos de mente y  fanáticos no pueden entender la dimensión de quien se va físicamente. Fidel seguirá siendo el hombre inmenso, el luchador incansable,  el  hacedor de utopías imposibles y la figura excelsa del siglo XX y XXI, pésele a quien le pese.

Con su mochila de campaña y botas para desandar el tiempo, como Guerrillero Victorioso  del Planeta  y continuará allanándonos los caminos, para evitar confundir riqueza con lodo y “seguirá matando canallas consu cañón de futuro”.

Monday, November 28, 2016

Desnudos de valores





Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
A tenor con su significado, una persona cuando es respetuosa acepta y comprende las maneras de pensar y actuar distintas a las de ella, también trata con sumo cuidado todo aquello que lo rodea.

Pero, aunque Fidel Castro es tan grande que se defiende solo con su trayectoria, hemos visto, indignadamente, como su muerte  sirve de motivo, a un grupito irrespetuoso para tratarlo irreverentemente, entre ellos, el futuro presidente de Estados Unidos Donald Trumps.

Todo un retrato de falta de ética, escasez de sensibilidad y sentimientos o miserias humanas envuelven a esas personas que lo calumnian y festejan su deceso. Se puede pensar diferente, no obstante resultar energúmeno es otra cosa.

 De la propia historia de Cuba extraemos ejemplos. Federico Capdevila, pundonoroso oficial español,  defendió a los estudiantes de medicina, acusados injustificadamente de haber rayado la tumba de Gonzalo Castañón. Apoyó al bando contrario por honor.

El coronel Ximenez Sandoval dirigía las tropas que mataron a Martí, sin embargo, dijo las últimas palabras ante su cuerpo. Ocurrió así: En el momento de ser colocado el féretro en el nicho, el Coronel Sandoval hizo la pregunta siguiente: "¿No hay aquí ningún pariente o allegado, o amigo del finado?" Viendo que nadie respondía, expresó: “Vaya, señores, puesto que el difunto no tiene  aquí parientes, ni allegados que lo hagan,  despediré yo el duelo”.
Y pronunció estas palabras. "Señores: Ante el cadáver del que fue en vida José Martí, y en la carencia absoluta de quien ante su cadáver pronuncie las frases que la costumbre ha hecho de rúbrica, suplico a ustedes no vean en el que a nuestra vista está, al enemigo, y sí al cadáver del hombre que las luchas de la política colocaron ante los soldados españoles. Desde el momento que los espíritus abandonan las materias, el Todopoderoso, apoderándose de aquéllos, los acoge con generoso perdón allá en su seno; y nosotros al hacernos cargo de la materia abandonada cesa todo rencor como enemigo dando a su cadáver la cristiana sepultura que los muertos se merecen. He dicho."

Esos actos reflejan la integridad humana, muestra que en este caótico mundo hay quienes están desnudos de valores. Su pobreza inspira lástima.