Columnas

Friday, September 16, 2011


   El poder de los poderosos


 Por Rodobaldo Martínez Pérez
  rodo@ahora.cu


 Hoy más que nunca,  el poder de la información es cada vez más aprovechado por quienes tienen el dominio mediático absoluto, en un mundo totalmente unipolar, donde el rugir de las armas impone sus deseos.
 Los dueños de la manipulación la manejan a su antojo, de acuerdo como deciden aparejar una realidad para que los receptores (lectores, oyentes, televidentes, internautas) la conozcan e interpreten según las conveniencias de los  poderosos de turno.
No les importa mentir, fabricar situaciones, emplear medias verdades, tienen licencias incondicionales para lograr sus fines con la distorsión de la realidad para su mayor beneficio.
Es el poder para sojuzgar, un arma valiosísima para dotar a la Opinión Pública de los intereses que desean, cuando ellos mismos legitiman  que “la verdad es la primera víctima de la guerra”, como dijo Hiram Johnson, senador de los Estados Unidos en 1917.
Triste filosofía ahora en la  cima de la política de los todos poderosos y como afirma el profesor Carlos Álvarez Teijeiro,  de la Universidad Austral de Buenos Aires…” las guerras se libran cada vez más en el terreno de la seduinformación”.
 Jean Baudrillard, ensayista y sociólogo francés, quien fue profesor en la facultad de Letras y Ciencias Humanas en París-, dijo que la Guerra del Golfo no  era «la continuación de la política por otros medios», sino «la continuación de la ausencia de la política por otros medios».
 Con  esta ayuda  humanitaria  que «cambió el Golfo« hasta los recientes destructores bombardeos en Libia, los medios de comunicación occidentales levantan un perfil editorial cómplices con la maldad bélica, totalmente a favor de los Estados Unidos y sus aliados.
El periódico español El País el 22 de febrero del 2002 publicó que el Pentágono había creado, tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y Washington, una Oficina de Influencia Estratégica “destinada a / colocar/ noticias favorables a los intereses de los  Estados Unidos en medios informativos internacionales,  verdaderas o falsas y afectar, sin demasiado escrúpulos, a países amigos o enemigos”. 
Como afirma Álvarez Teijeiro  “si algo es radicalmente contrario a la violencia, ese algo es la comunicación, o dicho a la inversa, que el engaño y la manipulación pueden ser definidos con justicia como una violenta forma de opresión porque se opone a la comunicación…”
El experto agrega “es triste porque nos enfrenta a la realidad, inocultable, de que la manipulación informativa parece haberse instalado como una rutina cotidiana, también en los tiempos de paz y bonanza, tiempos en los que tantas mala prácticas informativas siguen avivando otras /guerras/”.
 Al aprovecharse del Poder de la información los “dueños hoy del mundo” explotan las mejores habilidades y destrezas profesionales en combinación con la flamante  tecnología  para llevar a la Opinión Pública a un estado de servidumbre, que oculte la verdadera maldad y codicia de los modernos terroristas, quienes humanitariamente regalan bombas, sin distinguir blancos y luego se reparten los botines como hacen en estos momentos en Libia.
 Ya perdió la información su definición académica “como saber, para examinar, juzgar, e interpretar la realidad, entenderla y poder explicarla de ahí que:” La «guerra» que fue transmitida por la televisión, y en consecuencia, la guerra tal como fue entendida por la mayoría de la gente, no fue realmente real”.
 Nada que para el Poder  el único objetivo es dominar, sin importar los medios ni la conciencia de los receptores de tanta maldad.




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