El Huracán Gustav y la sensibilidad de los cubanos

Por Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@ahora.cu
www.ahora.cu
La sensibilidad de los cubanos creció al paso del Huracán Gustav. Nueva Gerona, la capital de la Isla de la Juventud, está abierta al cielo, en Pinar del Río miles de familias quedaron solo con lo que llevaban arriba. Cinco pescadores permanecieron unas 27 horas en el mar. Fidel Castro, en su última reflexión, dijo que era un Golpe Nuclear. Desde cualquier lugar de Cuba se siente el dolor como en carne propia.
Aurora, mi vecina, fan a la Televisión, comentó que ya no le cabían más sufrimientos por los desastres observados. “Esa mujer, con un niño en los brazos, llorando porque se quedó sin nada me partió el corazón”, me susurró con su rostro desbordado en lágrimas.
Mi sobrina, de 4 años, Arianna, me preguntó ¿Y esos niños donde duermen ahora?
Miren ese número 340 kilómetros por hora la racha de viento máximo registrada en la estación meteorológica de Paso Real de San Diego, en Pinar del Río, es la más intensa medida en Cuba.
El doctor José Rubiera, jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, un científico cabal, quien lo primero que hizo fue recorrer los lugares dañados, explicó que ese extraordinario valor de 340 km/h tiene el segundo lugar dentro de la lista de los vientos más intensos medidos en el planeta, detrás de los 369, 6 kilómetros por hora reportados en una tormenta invernal en abril de 1934, en el Monte Washington, Estados Unidos, y irrumpe en el puesto cimero para los huracanes en cualquier parte del mundo.
Gustav vapuleó a la región occidental de Cuba con categoría 4 en la escala Saffir- Simpson, casi convertido en 5, pues a su paso por la costa oriental de la Isla de la Juventud un avión de reconocimiento encontró una presión mínima central de 943 hectopascal, y un viento máximo sostenido de 240 kilómetros por hora.
En Pinar del Río, el viento máximo sostenido fue estimado en 250 km/h, con una presión de 941 hpa. Los organismos ciclónicos categoría 5 tienen vientos máximos sostenidos superiores a los 250 km/h, y por lo general la presión atmosférica está por debajo de 920 hpa, comentó Rubiera al espacio televisivo La Mesa Redonda
Indicó que no es fácil comparar un evento con otro, y mencionó entre los más destructivos ocurridos en Cuba al huracán del 18 de octubre de 1944 (debido a su lento desplazamiento los vientos huracanados se sintieron sobre La Habana durante catorce horas), y la célebre Tormenta de San Francisco de Borja, del 10 al 11 de octubre de 1846.
Pero el verdadero récord es que a pesar de esa descomunal fuerza y los cuantiosos daños producidos por el Huracán Gustav, el país no tuvo que lamentar ninguna víctima fatal, gracias a su poderosa Defensa Civil y a su Revolución.